Esta semana se ha doctorado uno de los estudiantes que participaron en las primeras ediciones del programa de prácticas "Passa l'estiu al Parc" que ofrece el Parc Científic de Barcelona (PCB) para acercar a los jóvenes al mundo de la investigación–, y que, además, ha realizado su tesis en un laboratorio del Instituto de Investigación Biomédica, en colaboración con el Instituto de Bioenginieria de Cataluña y la empresa PharmaMar, entidades todas ellas presentes en el PCB. Su caso es un ejemplo de éxito y al mismo tiempo, demuestra que la confluencia de investigadores del sector público y empresas que facilita el PCB es una fórmula que favorece el trabajo en equipo y el desarrollo de proyectos con muy buenos resultados.

Para Daniel Pla, el estudiante que se ha doctorado, no hay ninguna duda. Los tres meses de permanencia en las prácticas en Unitat Mixta Almirall–PCB –PCB que estuvo en el Parc bajo la tutela de la investigadora Pilar Forns, fueron decisivos para orientar su trayectoria profesional hacia el mundo de la investigación. Así que, una vez licenciado, se incorporó en uno de los laboratorios del programa de Química y Farmacología Molecular del IRB Barcelona, donde empezó su tesis. La profesora e investigadora Mercè Álvarez, en colaboración con Fernando Albericio, ha dirigido este trabajo que consiste en la síntesis de un producto natural aislado de esponjas marinas – la Lamelarina D– que tiene una probada acción antitumoral. En concreto, inhibe unas enzimas relacionadas con el crecimiento celular, las topoisomerasas, lo que supone un freno para la división y la proliferación celular descontroladas.

«Se trata de una molécula que la empresa PharmaMar–con los que trabajamos desde hace años– ja ha patentado y que presenta una actividad biológica y unas características prometedoras parar ser utilizada como diana terapéutica en el tratamiento del cáncer», explica Mercè Álvarez. Los estudios de internalización y liberación celular de la Lamelarina D se han realizado en colaboración con Rosa Aligué, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona-IDIBAPS. También se han estudiado sus efectos en líneas celulares humanas. La empresa PharmaMar y la directora de R+D de esta entidad, Carmen Cuevas, ha contribuido con la realización de los ensayos biológicos preliminares del producto natural y análogos.

Para comprobar la acción de la nueva molécula sobre el DNA «fue una suerte el poder estar cerca del investigador Xavier Fernández Busquets, del Laboratorio de Nanobioengenieria del IBEC, que me puso en contacto con Dario Anselmeti, un investigador de la Universidad de Bielefeld (Alemania) que trabaja con «pinzas ópticas» –explica Daniel– donde realicé una permanencia para completar mi trabajo de investigación». Esta tecnología permite ‘atrapar’ el DNA entre dos micro-esferas y medir la fuerza a las que están unidas, y los posibles cambios de tensión que se generan en diferentes situaciones experimentales.

Los buenos resultados de estos cuatro años de investigación de Daniel han sido publicados en ocho revistas científicas especializadas de elevado índice de impacto y alcance internacional, como por ejemplo las de la Sociedad Americana de Química.