Descubren la huella genética de los tumores de colon agresivos
Alrededor del 40-50% de los pacientes con un tumor en el colon recaerán en la enfermedad en forma de metástasis, con tumores que se reproducirán en el hígado o pulmón principalmente. En los últimos tres años se han propuesto diversas clasificaciones moleculares útiles para ordenar los tipos de tumores de colon en función del mal o buen pronóstico que tienen. Hoy, científicos liderados por el investigador ICREA Eduard Batlle en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) explican en Nature Genetics (doi: 10.1038/ng.3225) por qué funcionan estas clasificaciones y revelan, de hecho, que se pueden simplificar y mejorar mirando únicamente los genes que se expresan fuera de las células tumorales, en los genes que expresan células del entorno del tumor, lo que se denomina estroma.
«Hemos re-evaluado las clasificaciones bajo nuestro prisma y confirmamos que el cáncer de colon reaparece en forma de metástasis en aquellos pacientes en que las células tumorales son capaces de pervertir el entorno del tumor», explica Eduard Batlle, líder del Laboratorio de Cáncer Colorrectal del IRB Barcelona.
El equipo de científicos ha examinado el perfil genético de cerca de 1.000 tumores de pacientes de todo el mundo. «La conclusión es contundente. La clave de las clasificaciones yace en si el estroma del tumor está alterado o no y es esta propiedad la que confiere a los tumores de colon malignidad. Los pacientes con el estroma inalterado quedan libres de la enfermedad, esencialmente, tras extirpar el tumor».
Esta nueva manera de observar los diferentes tipos de tumor de colon tendrá pronto una traducción útil para los médicos. Los investigadores del IRB Barcelona están muy cerca de conseguir un test de diagnóstico denominadoColostage para identificar a los pacientes que tienen más altas probabilidades de recaer en la enfermedad en formato de metástasis.
«Fijándonos en el programa genético del entorno del tumor identificamos la inmensa mayoría de los pacientes que recaerán en la enfermedad. Nuestro test es para estos pacientes ya que sería sólo a ellos a quien beneficiaría el uso de radioterapia o quimioterapia. Esto permitiría discernir mucho más finamente a qué pacientes debería tratarse y hacer seguimiento», asegura el investigador.
Además, los científicos demuestran que las células tumorales se comunican con el estroma a través de la molécula TGF-beta y que interfiriendo en esta comunicación se puede prevenir la formación de metástasis en los pacientes.