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Científicos de la UB y del IBEC determinan cómo trabaja el sistema olfativo de los mamíferos para reproducirlo mediante narices electrónicas

By 5 de julio de 2012noviembre 16th, 2020No Comments
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Rango receptivo de los receptores olfativos de ratas medido a través del bulbo olfatorio
 05.07.2012

Científicos de la UB y del IBEC determinan cómo trabaja el sistema olfativo de los mamíferos para reproducirlo mediante narices electrónicas

El sentido del olfato de los mamíferos es un sistema de detección química excelente que sobrepasa de lejos cualquier reproducción hecha por la mano del hombre. Hace mucho tiempo que los investigadores intentan analizar y recrear el sistema olfativo animal para desarrollar narices artificiales. Ahora, en un estudio que han llevado a cabo los profesores del Departamento de Electrónica de la UB Santiago Marco, Agustín Gutiérrez Gálvez y Jordi Fonollosa, los tres investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), vinculado al HUBc, el campus de la salud de la UB, se presentan nuevos descubrimientos sobre este sistema tan eficiente que permitirían crear sistemas de detección química más precisos. Los resultados podrían tener aplicaciones importantes en áreas tan esenciales como la salud, la seguridad o la industria alimentaria.

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En el trabajo, publicado en la revista PloS ONE, los investigadores han estudiado cómo se codifica y se procesa la información química del sistema olfativo de los mamíferos. Para ello, analizaron el rendimiento del sistema olfativo periférico de las ratas a la hora de identificar los tipos de estímulos entrantes -es decir, la capacidad de detectar y distinguir olores diferentes- e hicieron un análisis de los resultados cuantificando el número de olores que podían ser codificados por un conjunto particular de receptores olfativos (RO) del sistema.

La investigación previa mostró que un sistema olfativo particular se adapta a las propiedades estadísticas del conjunto de sustancias químicas a las que se ve expuesto. Esto implicó un gran trabajo de mapeo sistemático, debido al gran número de receptores que tienen las ratas y la enorme cantidad de ligandos potenciales. También se estudió la capacidad de distinguir olores, dependiendo de la distribución, y la correlación entre receptores. Por otro lado, en lugar de utilizar modelos teóricos simplificados, se utilizaron datos reales del bulbo olfatorio procedentes de una extensa base de datos proporcionada por la Universidad de California Irvine.