La disfunción muscular respiratoria es un problema común en los pacientes con EPOC, mayormente relacionado con la hiperinsuflación pulmonar. La reducción del diafragma y los cambios perjudiciales en la relación fuerza-longitud del músculo causan una reducción de la capacidad de los músculos para generar presión, que provoca en los enfermos una desventaja mecánica.

Hasta ahora, la única manera de evaluar una disfunción de los músculos respiratorios ha sido la medición de la relación entre la presión transdiafragmática y la actividad eléctrica del diafragma, lo que implica métodos invasivos que no son cómodos para los pacientes.

Raimón Jané, que dirige el grupo de Procesamiento e Interpretación de Señales Biomédicas del IBEC, en colaboración con el Hospital Germans Trias y Pujol  y el Hospital del Mar, ha utilizado la técnica de la mecanomiografía (MMG) de los músculos respiratorios —una forma no invasiva de medir  las vibraciones relacionadas con la activación mecánica de los músculos utilizando acelerómetros colocados en la piel— para evaluar la función de los músculos respiratorios en 10 pacientes con EPOC severa o muy severa.

El estudio, que se ha publicado en European Respiratory Journal, consistió en hacer respirar normalmente a los pacientes a través de un filtro y un tubo mientras llevaban una pinza en la nariz, lo que permitió a los investigadores y clínicos obtener, por primera vez, una comparación directa entre la activación mecánica de los músculos inspiratorios, estimada a través de la amplitud de la MMG, y el esfuerzo inspiratorio en relación al volumen corriente —el volumen de aire que se mueve dentro y fuera de los pulmones durante la respiración tranquila.

Los investigadores confían que su contribución puede ser una herramienta muy útil para evaluar la progresión de la EPOC, y que podría proporcionar información valiosa sobre el efecto de los tratamientos.

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