La suplementación de una fórmula infantil con un simbiótico y la proteína osteopontina mejora la salud intestinal
Un trabajo publicado en la revista Food and Function de la Royal Society of Chemistry (RSC), realizado desde el Centro de I+D de Ordesa en el Parque Científico de Barcelona, y el Servicio de Nutrición y Bienestar Animal (SNiBA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha demostrado que la suplementación de una fórmula infantil con un simbiótico y la proteína osteopontina promueve una mejora en la maduración de la microbiota y tiene un impacto positivo en la expresión de genes en el intestino delgado. Se trata de uno de los primeros estudios en el mundo que evalúa la combinación de estos dos suplementos, que ya se había visto que tenían un efecto beneficioso de manera individual.
La suplementación de una fórmula infantil con un simbiótico, un producto que combina un probiótico —donde se mezclan el Bifidobacterium longum infantis CECT 7210 con el Lactobacilus rhamnosus NH001— y un prebiótico —en concreto el HMO, 2-FL—, junto con osteopontina, una proteína multifuncional que se encuentra en varios tejidos del cuerpo, consigue tanto mejorar la maduración de la microbiota intestinal como modificar la expresión génica del sistema digestivo de forma positiva. Todo ello redunda en una mejor salud intestinal en las primeras etapas de la vida.
Así se desprende de un reciente estudio publicado en la revista Food and Function y que ha sido llevado a cabo de forma conjunta por Laboratorios Ordesa y el Servicio de Nutrición y Bienestar Animal (SNiBA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Para llevarlo a cabo se asignaron un total de noventa y seis lechones a cuatro grupos con una alimentación diferente: con una fórmula infantil estándar, con una fórmula suplementada con el simbiótico, una fórmula suplementada con la osteopontina y otra fórmula suplementada con una combinación del simbiótico y la osteopontina. Se trata éste de uno de los primeros estudios en todo el mundo que evalúa la combinación de un simbiótico y la osteopontina, dos suplementos que de forma individual ya se había visto que tenían un efecto beneficioso.
Tras un seguimiento de quince días, en los que se tomaron registros de la cantidad de alimento ingerido, peso de los animales y diferentes parámetros clínicos, se obtuvieron muestras de sangre, del contenido digestivo y del tejido intestinal. Al analizar los datos, se pudieron ver efectos positivos en los tres grupos con suplementación. “Pero lo significativo es que vimos que en el grupo que combinaba el simbiótico y la osteopontina, los efectos que se habían visto de forma individual se veían potenciados, por un efecto sinérgico”, explica la Dra. Susana María Martín-Orúe, investigadora del SNiBA y una de las autoras del estudio.
Una mejor maduración de la microbiota
Uno de los efectos observados fue una mayor maduración del ecosistema intestinal en los lechones que eran alimentados con la fórmula infantil suplementada con la combinación del simbiótico y la osteopontina.
Dentro del colon también se observaron cambios significativos, ya que hubo un aumento notable en la concentración de ácidos grasos de cadena corta (SCFA), que son beneficiosos para la salud intestinal; también se detectó una reducción en los niveles de amoníaco, un compuesto que puede ser perjudicial en exceso y, además, se registró una disminución significativa en el recuento de linfocitos iintraepiteliales, lo que sugiere una mejora en la salud general del intestino. “Estos hallazgos indican una posible relación entre la dieta y la salud del intestino, destacando la importancia de una alimentación equilibrada para mantener un microbioma intestinal saludable”, destaca la investigadora.
Cambios en la expresión génica
Las dietas suplementadas también tuvieron un impacto en la expresión de genes en el intestino delgado. La combinación de prebióticos y probióticos se caracterizó por aumentar la actividad de genes relacionados con la maduración del intestino y el transporte de nutrientes, lo que supondría un efecto positivo sobre la funcionalidad intestinal. Por otro lado, se observó una disminución en la actividad de genes asociados con la respuesta a patógenos y la inflamación, lo que indica un posible efecto beneficioso sobre la maduración del sistema inmunitario al modular la respuesta a agentes nocivos y la inflamación.
Además, la osteopontina, otro componente de la dieta, estimuló la actividad de genes relacionados con la función digestiva. “Estos hallazgos resaltan la importancia de la dieta en la regulación de la función intestinal y hacen pensar que ciertos componentes pueden tener efectos beneficiosos sobre la salud digestiva, como es el caso de la osteopontina que recientemente hemos añadido a nuestras fórmulas infantiles en Laboratorios Ordesa”, apunta el Dr. José Antonio Moreno, otro de los autores de la publicación y que realizó parte de la investigación desde el Centro de I+D de Laboratorios Ordesa en el Parque Científico de Barcelona.
Además, el análisis de la relación entre la población de bacterias intestinales y otras variables del estudio, como la concentración de ácidos grasos de cadena corta, la histología o la expresión de diferentes genes a nivel intestinal, sugiere que existe una comunicación compleja entre la microbiota intestinal y el organismo hospedador que confirmaría su papel clave en el mantenimiento de la salud.
» Artículo de referencia: Ferreres-Serafini, L., Martín-Orúe, S. M., Sadurní, M., Jiménez, J., Moreno-Muñoz, J. A., & Castillejos, L. (2024). Supplementing infant milk formula with a multi-strain synbiotic and osteopontin enhances colonic microbial colonization and modifies jejunal gene expression in lactating piglets. Food & Function, 15(12), 6536-6552. DOI: 10.1039/D4FO00489B