Las lluvias del mes de marzo han regado abundantemente los cultivos, los prados y los bosques. El augmento de las horas de sol y de la temperatura ambiente han disparado la producción de árboles y de plantas. La frutas y hortalizas no son una excepción.

Ya tenemos espárragos, coles y coliflores, calabacines, puerros y distintas variedades de cebolla. También tenemos fruta como las fresas.

La primavera es un muy buen momento para aumentar el consumo de frutas y verduras preparadas con una cocción ligera o crudas y combinadas con legumbres.

La alimentación es una fuente de salud y la agricultura forma parte de la cultura y pone en valor la riqueza de un territorio. Cuidemos nuestros paisajes, apreciemos las diferencias entre los vegetales que tenemos en cada estación y defendamos los cultivos locales. Allá donde vayamos, busquemos los productos de proximidad y siempre que podamos, cultivados en pequeñas explotaciones.

¡Buenas vacaciones y buena alimentación!