La biotecnológica Oryzon ha inaugurado esta mañana un nuevo edificio de 2.300 m² en Cornellà de Llobregat, que acogerá la sede corporativa y multiplica por tres el espacio que hasta ahora ocupaba la empresa, ubicada en el Parc Científic Barcelona (PCB). El traslado a este nuevo edificio responde al crecimiento que ha experimentado la compañía en los últimos años, a raíz del incremento de su actividad y la reciente adquisición de CrystaX Pharmaceuticals, que han hecho que se haya convertido en una de las tres primeras biotecnológicas españolas de mayor crecimiento del sector.

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El acto de inauguración ha sido presidido por la Ministra de Ciencia y Innovación, Cristina Garmendia, y ha contado con la presencia del consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, el alcalde de Cornellà de Llobregat, Antoni Martínez, y el concejal del Área de Economía y Sociedad del Ayuntamiento de esta ciudad, Sergi Fernández, así como representantes de la industria farmacéutica y biotecnológica de España y miembros destacados de la comunidad científica biomédica.

Oryzon centra su actividad de investigación en el descubrimiento de biomarcadores para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades oncológicas y neurodegenerativas y tiene como objetivo acelerar al máximo los programas de desarrollo de nuevos fármacos que tiene en marcha con el fin de cumplir con el compromiso de llevar a término ensayos clínicos el año 2012. Además, en los próximos cinco años, quiere potenciar su presencia y competitividad a escala internacional. No obstante, y según ha anunciado el director general, Carles Buesa, «la compañía continúa y continuará manteniendo una estrecha vinculación con el Parc Científic Barcelona, donde dispone de un laboratorio propio que llevar a cabo parte de su investigación y colabora con otras entidades que están ubicadas en diversos programas CENIT».

Oryzon se creó el año 2000 y fue la primera empresa de biotecnología fundada en Cataluña y una de las primeras en España. Durante sus inicios formó parte de la primera Bioincubadora del Parc Científic Barcelona (2002-2006), un proyecto pionero en su momento en España, impulsado por el PCB, la Fundación Bosch i Gimpera y el CIDEM, que surgió con el objetivo de potenciar la creación y el desarrollo de nuevas empresas de base tecnológica, con el fin de promover un nuevo tejido empresarial en Barcelona y en Cataluña y un cambio en el modelo económico que comportara un mayor bienestar social. El proyecto continúa vigente y actualmente acoge una segunda generación de empresas con el apoyo de Banco Santander.