Todos sabemos que en verano es necesario protegerse del sol con gorras y sombreros, no estar expuesto a las horas de máxima insolación y aplicarse crema solar. Una de las propiedades mejor valoradas de las cremas es que sean resistentes al agua. Sin embargo, una parte de la quema que nos ponemos se libera en el mar cuando nos bañamos y si en la zona hay elevada afluencia de bañistas, las aguas quedan más afectadas.

Para evitar problemas de contaminación del agua se han desarrollado cremas solares biodegradables formuladas con componentes solubles y filtros solares físicos a base de minerales como son el óxido de titanio y el óxido de zinc.

Por el contrario, se ha demostrado que las cremas que contienen filtros químicos como oxibenzona u octinoxato el octocrileno, el ácido aminobenzoico, el octisalado, el homosalato y la avobenzona, son perjudiciales la flora acuática, especialmente los corales y el medio marino en general.

Velamos por la salud de nuestra piel y por la salud del medio ambiente: protegemos nuestra piel con productos que no afecten a los ecosistemas acuáticos y controlamos los residuos de los envases de las cremas solares.