Una masa de aire de origen ártico ha llegado a nuestro territorio, provocando un notable descenso de los termómetros. Según las previsiones, el frío, la lluvia o la nieve se mantendrán durante varios días.

Para garantizar el confort en las viviendas y puestos de trabajo sin derrochar energía, es fundamental aplicar medidas que minimicen la dispersión térmica: buenos aislamientos en ventanas, cristales y cierre de puertas; cerrar puertas de espacios grandes para evitar pérdidas de calor y, siempre que sea posible, aprovechar las horas de luz solar para calentar de forma natural.

En los hogares, el 40% del consumo energético se destina a la climatización. Por cada grado que se incrementa la temperatura de la calefacción aumenta el consumo de energía entre un 5 y un 7%. Para mantener un buen equilibrio, la temperatura interior en invierno debería estar entre 19 y 21 °C. Cortinas gruesas, alfombras y mantas son elementos de abrigo por no tener que generar todo el calor de casa con sistemas de calefacción.

En los espacios del PCB, el sistema general de climatización renueva el aire interior y la temperatura de confort se regula con los termostatos individuales, excepto en los laboratorios del Clúster I, donde no existen. Con la llegada de las vacaciones, es esencial apagar los equipos individuales de climatización, luces, ordenadores y cualquier aparato que no esté en uso.

Hacer del ahorro energético una prioridad contribuye a reducir gastos y cuidar el planeta. Apostamos por una gestión responsable de la energía.