Un trabajo sobre migración celular da nuevas pistas sobre el movimiento de células cancerosas
Jordi Casanova, jefe de laboratorio "Morfogénesis en Drosophila" en el IRB Barcelona –ubicado en el PCB– y profesor de investigación del CSIC, y Gaëlle Lebreton, investigadora postdoctoral en el mismo grupo, publican en el Journal of Cell Science un estudio realizado en la mosca Drosophila melanogaster que revela que, en un desplazamiento múltiple, una única célula puede actuar de motor y arrastrar a las demás. Los investigadores han estudiado en vivo la formación de las tráqueas en Drosophila y describen las características morfológicas de la célula líder y aportan detalles moleculares sobre cómo ejerce de motor en el desplazamiento.
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En el desarrollo de un organismo, la migración de células en grupo para formar nuevos tejidos es frecuente. Descubrir cómo se realizan dichos desplazamientos múltiples es de utilidad para entender los fundamentos básicos del desarrollo pero también para ofrecer nuevos datos y pistas para investigar procesos asociados a la expansión del cáncer.
«Los investigadores del cáncer está muy interesados en saber cómo se organizan las células para migrar y formar nuevos capilares para alimentar un cáncer en expansión», explica Gaëlle Lebreton, primera autora del artículo. «Nuestro estudio aporta nuevos datos acerca de cómo se podría producir la angiogénesis», señala la científica francesa del IRB. La angiogénesis o creación de nuevos vasos sanguíneos es un proceso crítico en un contexto de cáncer ya que es uno de los pasos que marcan la transformación de un tumor benigno en maligno. La formación de nuevos vasos implica el movimiento sincronizado de grupos celulares y comprender cómo actúan dichos grupos permite abrir nuevas vías de estudio sobre la angiogénesis.
Los investigadores han seguido en vivo durante siete horas a un grupo de siete células que forman una de las ramas de las tráqueas de una mosca Drosophila melanogaster en sus primeras horas del desarrollo. La célula motora es la única que tiene los receptores para el factor de crecimiento FGF. La señal de FGF estimula la cascada de reacciones en la célula para generar la energía suficiente y ser el motor del movimiento.
«Es un trabajo novedoso por el seguimiento in vivo de todo el proceso y porque vemos experimentalmente, por primera vez, que una única célula puede liderar esta migración múltiple», señala Casanova.
Cabe añadir que la formación de tráqueas en la mosca Drosophila es similar al desarrollo de los bronquios en los humanos y, en consecuencia, también de interés biomédico para conocer procesos básicos de formación de nuevos tejidos.